domingo, 1 de junio de 2014

Árbol



tu sangre se volvió amarilla
por el sol
previendo el fin,

y es de una belleza extraña.

tu sangre es amarilla
como el sol,
también

y es necesario que así sea

hasta volver a nacer,
hasta recuperar el color vital.

Contacto


Viví equivocado pensando
que el contacto iniciaba
en la piel por la piel.

Tuvieron que venir
a despertarme,
a hacerme saber
que el roce era en el aire
-primero-
en el espacio entre
los cuerpos
y la distancia de los ojos,

el sonido de la voz.