miércoles, 30 de octubre de 2024

El poeta

En mi casa vivía un poeta.


   Quienes debían cuidarnos

      le armaron una habitación

         en un ambiente central.


El poeta se quedó

   casi hasta el final

      de la tormenta.


         Hoy vive dentro mío.


      Lo alimento de recuerdos

         y extrañeza.

sábado, 26 de octubre de 2024

Yo


Tranquilo, nadie te escucha

ni la gente cercana, del todo


y cuando dicen que sí

escuchan lo que quieren.


relajate, ponete cómodo

nadie te lee, nadie

te presta mucha atención


-ni todas las personas reunidas

que dijeron venir a verte-

y si parece que sí


los que no te conocen tanto

probablemente necesiten

algo parecido de tu parte


o esperan el turno de su protagonismo.


Nada de esto debería preocuparte.

Nada de esto debería entristecerte.

Busca darte liviandad.




jueves, 24 de octubre de 2024

Tía estándar


Tengo una tía estándar.

Su ideología, su vestimenta


su rutina, su destino

en vacaciones


todo en ella es genérico.

Tomar unos mates con ella


es como ver el noticiero, y

si se pudieran hacer encuestas


de mediano o amplio alcance

consultando cada decisión que toma


siempre la suya sería la más elegida.

Algunas veces yo tengo insomnio


pero ella duerme bien todas las noches

aunque no sueñe casi nunca


entre las paredes de su refugio:

marido, religión, la vida de sus hijos.



Igual no es mala, ojo: es estándar.

Ustedes digan qué prefieren.


No hay un rastro de singularidad en sus palabras.

No hay un solo impulso


por alejarse

y ver las cosas unos metros más allá.


Pero ella está tranquila, libre de angustia

o crisis existenciales.


¿Quién firma?



¿Sabrá que la muerte también tiene una mirada para ella?



Y todos tenemos cerca una tía estándar.


Démosles atención. Sus votos cuentan

y son empecinadas, porque notan nuestro desdén.


Terminan decidiendo nuestras vidas, qué arreglo

hacer primero en el consorcio del edificio


actividades en los actos de las escuelas de tus hijos

inclinan las balanzas, eligen presidentes, devalúan la moneda


determinan el inicio y el final de las guerras

-las tías del primer mundo-


el lugar de encuentro de las cenas navideñas

o la edad de imputabilidad


de nuestros corazones.

Si tan solo pudiéramos sacar el suyo


ponerlo en la mesa y a fuerza de preguntas

customizarlo un poco.


Una militancia valiosa.







 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Acceso Oeste


Medito sobre el pavimento

alejándome de casa 

y del Sol de la mañana 

hasta que al fin aparece

naranja en el espejo

cuando ya la mayoría va

atascada en el otro sentido.


La procesión masiva

de decisiones pasadas

yendo en coche al muere

diariamente.


Todas las semanas

algún perro en la banquina

se desangra,

sus tripas se secan al Sol 

del mediodía hasta pudrirse

y el olor a pestilencia 

entrando por los filtros

me lleva a pensar 

el verso de un poema

sobre el hedor del deseo estanco.


Del deseo también

esquivo tomo distancia

algunas veces sin querer

de la gente, del presente 

de lo que me compone;

aunque el tema no es tanto 

ese vaivén sino captar

cómo, cuándo y qué.


El Sol del regreso

me agarra cansado.

Si recuerdo que no controlo

la imagen que recortan 

de mí los demás, me tranquilizo.