Ya está, ya sé qué sucedió:
cada elemento se me hizo signo.
Las cosas en la casa,
las voces que me buscaban,
personas vestidas
como disfrazadas
en distintos contextos,
el trato dado al diálogo,
las sospechas,
un amigo escupiendo sangre
por mis palmadas;
las calles donde andaba
tanteando los recuerdos
de los que marcan a fuego
era todo una gran alusión/
el problema empezó
cuando dudé del primer espejo.
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